PRACTIQUEMOS YOGA ESPIRITUAL

Desde la India se nos ha traído la palabra, la técnica y práctica de algo que se le llama yoga. Y son muchos los centros con sus profesores que están al servicio de la gente que quiera practicar yoga, con unos ejercicios físicos y mentales se asegura que los seres humanos ya pueden ser felices, tener un dominio propio y hasta estar en armonía con el Todo o sea, con Dios. Ahora bien, está bien demostrado que el ser humano puede tener creencias religiosas, y ser un ateo al mismo tiempo, o sea, un hipócrita. Pero también se puede practicar yoga físico y hasta mental y desconocer por completo lo espiritual. Practicar pues yoga espiritual, es lo más importante en la vida de todo ser humano. Las enseñanzas de Buda, de Jesús de Nazareth, etc., son muy claras, son espirituales, si el ser humano es capaz de meditar, hacer oración, saber concentrarse, hacer movimientos raros con su físico, practicar la respiración, etc., y no es capaz por ejemplo de apartar, quitar, anular el odio de su mente, no avanza nada y es simplemente un ser humano con un espíritu infantil, que no crece ni evoluciona en la vida, el odio, la envidia, el egoísmo, la ambición, el fanatismo, etc., son los más grandes impedimentos para el verdadero avance espiritual, y si un ser humano solamente avanza en el terreno físico, intelectual y mental, sigue siendo una especia de un ser sin ideas propias, un cuerpo con espíritu dormido, y claro está, muchas veces víctima de otros seres tan dormidos como él. Practicar pues Yoga Espiritual es buscar a Dios en uno mismo, y claro está que me refiero al Dios Universal y no a los dioses muertos de las religiones. No quiero decir con todo esto que no se pueda practicar yoga físico, pero no olvidemos que no todos los seres humanos pueden practicarlo, además los que practican yoga físico pueden sentirse en forma, sentir bienestar, etc., en algunos momentos de su vida diaria, pero el verdadero yoga, el espiritual, es vida, es paz, es felicidad, es armonía, etc., pero es cada día, cada minuto, es la vida misma que se transforma de forma total. Cuando el apóstol Pablo, seguidor de Jesús de Nazareth nos dice que ya no vive él, es Cristo que vive en él, nos da la idea clara del Yoga Espiritual. Cristo para el verdadero cristiano es el Espíritu de Dios, el Hijo de Dios, pero no el ser humano que era Jesús de Nazareth, pero sí el Espíritu que estaba en Jesús. Y tal como se nos dice, que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, se nos aclara que somos Espíritu, y claro está que el Espíritu tiene que saber dominar y servirse del cuerpo físico y de la mente, y no lo contrario, que por desgracia esto abunda mucho en muchos seres humanos, y las consecuencias de mentes sin timón, sin el dominio espiritual, nos estropean el mundo. Practiquemos pues Yoga Espiritual, dominemos nuestra mente, apartemos de ella todo lo negativo, en una palabra, seamos nosotros mismos.