DIOS ES EL CREADOR DEL INFINITO UNIVERSO
Cuando se pronuncia la palabra Dios, enseguida tenemos a mucha gente dividida en dos ideas, los que creen en Dios y los que no creen, o sea, creyentes y ateos. Pero si apartamos de la mente toda idea de dioses muertos de las religiones y pensamos un poco con la vida misma, nuestro mundo, el sol, la luna, los mundos, los otros soles, etc. del Infinito Universo, enseguida tendremos la idea de que alguien o algo ha hecho posible su existencia. Dios es el creador del Universo, dirán unos, y otros dirán que es la naturaleza misma que se va creando, pero la palabra Dios, naturaleza, energía, átomos, etc. es solo una palabra. Para tener presente que el ser humano ha sido creado y que el no ha creado nada. La cosa está clara, hemos sido creados por alguien o por algo, y tanto si el Infinito Universo ha sido creado como si se ha creado a si mismo, estamos frente a algo fantástico, grandioso, ya que el Universo es la gran matemática puesta en acción, basta ver el reloj perfecto de nuestro sistema solar, el Sol, la Luna, nuestro Mundo, los días, las estaciones, etc. y esto en todo el Infinito Universo. Y si acudimos a algo más pequeño, seguiremos estando frente a lo maravilloso, me refiero al ser humano mismo, su cuerpo físico, una máquina de carne y huesos perfecta, y con un cerebro que es fantástico, ya que de la mente humana salen las maravillas compuestas, la lista sería interminable, basta citar por ejemplo, el avión, la televisión, el teléfono, energía atómica, etc., y si nadie ha creado el Universo y éste se ha creado solo, por consecuencia tendremos que aceptar que el cerebro humano se ha creado solo y si razonamos un poco y vemos un número infinito de mundos en el Universo, veremos que la gran mayoría de estos mundos tienen que estar habitados, y claro está que se necesita ser muy torpes para no ver la grandiosidad de este alguien o algo que ha creado todo esto y yo pregunto, ¿qué hay de malo si le llamo Dios?, al fin y al cabo otros le darán otro nombre. Una cosa es cierta: que hemos sido creados. Negar pues a nuestro creador es negarnos a nosotros mismos, y esto ya sería una gran estupidez. Y si tratamos de entrar un poco en nosotros mismos nos encontraremos con un montón de cosas raras, la telepatía, la transmisión de pensamiento, memoria, sueños normales, ideas, viaje astral, profecía, amor, bondad, maldad, tristeza, alegría, egoísmo, odio, envidia, etc., y todo esto no es materia, no podemos tocarlo, pero está ahí. Y si entramos más en el terreno espiritual, por ejemplo el viaje astral, la reencarnación, el éxtasis, la oración mental, la adoración espiritual, etc., nos encontraremos en seguida que hay dos clase de personas, las que creen o no creen en estas cosas, y las que viven éstas. No olvidemos nunca que no es lo mismo las creencias que las experiencias propias, en resumen, hay muchos seres humanos en nuestro mundo y en otros mundos del Infinito Universo, que ya no estamos en la infancia espiritual de creer o no creer en Dios, sino que sentimos y vivimos en y con Dios.
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